Tras el fuerte repunte de enero, la confianza de los consumidores ha vuelto a caer en febrero, debido a la peor percepción de la situación económica actual y sobre todo al empeoramiento de las expectativas de cara a los próximos seis meses. Así, el Indicador de Confianza del Consumidor se ha situado en 50,7 puntos, 7,3 puntos menos que en febrero de 2012.
El indicador sigue estando muy por debajo de los 100 puntos que marcan el límite entre una percepción favorable y optimista, y una negativa y pesimista. El deterioro de expectativas se concentra especialmente en relación a la futura evolución económica general y a la previsible evolución del desempleo, en tanto que las perspectivas de los consumidores respecto a su situación económica personal son algo menos negativas.
Las principales causas del empeoramiento son la disminución de los ingresos familiares, el alza continuada de precios y la situación de desempleo de alguno de los miembros del hogar.